El nuevo milagro alemán

Artículo de Damián Frontera, presidente de REDIT, publicado en LEVANTE-EMV

Hace unos días representantes de REDIT, de algunos de nuestros Institutos Tecnológicos y de CIERVAL hicimos el siempre recomendable ejercicio de viajar a otro país para observar de primera mano cómo trabajan los que se dedican a lo mismo que nosotros. Concretamente fuimos a Alemania y visitamos las dos principales entidades de investigación aplicada del país: la corporación Fraunhofer y la Federación Alemana de Asociaciones de Investigación Industrial (AIF).

Precisamente, en Fraunhofer nos explicaron que uno de sus principales factores de éxito se basa en su modelo de financiación, en el que dos terceras partes de su presupuesto es de origen público. De esta partida, la mitad aproximadamente son fondos públicos que se destinan a la financiación básica de sus Centros Tecnológicos. El resto son fondos obtenidos en régimen de concurrencia competitiva. La conclusión es clara: la Administración confía plenamente en la eficacia de su sistema de I+D+i y en su valía como elemento tractor para incentivar la competitividad del tejido empresarial.

Casualidades de la vida, entre visita y visita vimos que la prensa española había publicado los resultados definitivos de la estadística sobre actividades de I+D en 2011. Un año más recibimos como una bofetada la noticia de que el gasto español en I+D ha descendido un 2,8% respecto a 2010, quedándose en un 1,33% del PIB. La Administración Pública ha disminuido su inversión en un 5,7% y las empresas lo han hecho en un 1,5%.

Comparando la situación de nuestro país respecto a la UE, España se sitúa a la zaga, bastante alejada de la media de gasto del 2,03%. Ocupamos el puesto 16 de los 27, con una decena de países como Finlandia, Suecia, Dinamarca y, mira por dónde, Alemania (¿casualmente o no?) a la cabeza.

Si analizamos la situación nacional, el escenario es muy desigual entre Comunidades Autónomas. Solamente cuatro, País Vasco, Navarra, Madrid y Cataluña, superan la media. Once de ellas ni siquiera llega al 1% y nuestra Comunidad se queda en el 1,01%, retrocediendo respecto al año pasado.

Miremos a Alemania para aprender todo lo que han sabido hacer bien en este país: su economía basada en el conocimiento, su apuesta por el capital humano, su empeño por reconstruirse y reinventarse una y otra vez, su apoyo estratégico a la innovación. Probablemente, en gran medida sea en todo esto en lo que consiste el llamado “nuevo milagro económico alemán”.

Creo que es fundamental redoblar nuestra apuesta por la I+D+i para volver a generar riqueza, empleo y confianza y avanzar en la senda de la reactivación económica. En España no tenemos la liquidez de Alemania pero, ¿no valdría la pena hacer un esfuerzo presupuestario en I+D+i pensando en el futuro?