El camino correcto
Artículo de Manuel Aragonés, Director del Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU) publicado en Levante EMV el domingo 11 de enero de 2015.
El sector del juguete, como los demás sectores industriales de nuestra región, se ve afectado por tendencias que se desarrollan a nivel mundial y que cambiarán la realidad socio-económica de los próximos años. Uno de estos grandes cambios es la incorporación al mercado de consumo de 4.000 millones de personas procedentes de países emergentes como China e India. A esto se une que en nuestro país la tasa de natalidad no para de descender, un 13% desde 2008, mientras que otros del entorno europeo casi duplican nuestros índices de natalidad, situación que constituye un enorme reto para plantear crecimientos del sector juguetero a nivel nacional.
Otro cambio radical que se ha producido es la manera de hacer negocio. Internet ha permitido el acceso al mercado global de emprendedores y pequeñas empresas cuyos productos se pueden posicionar en un mercado global, como tradicionalmente lo hacían las grandes empresas. El factor clave está en la diferenciación de producto, la innovación tecnológica y la capacidad emprendedora.
A lo anteriormente expuesto hemos de unir la aceleración tecnológica. No podemos olvidar que los científicos y tecnólogos son las personas que nos permitirán tener mejores casas, coches, medicinas, teléfonos, ordenadores, juguetes… Serán la base de los negocios del mañana y los países conscientes de esto tienen índices de riqueza y prosperidad mayores y gozan de economías más estables. En España quizás nos falta visión a medio-largo plazo en este tema lo que nos obliga a enfrentarnos a un mundo muy competitivo para el que no estamos, muchas veces, bien preparados. Hemos de ser capaces de crear las condiciones para que se cultive el talento y nuestras empresas se transformen en focos de innovación que desarrollen nuevos y mejores productos y servicios.
Desde AIJU, el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio, estamos convencidos de que las innovaciones que se están desarrollando en otros campos, como las tecnologías de la información (realidad aumentada, wi-fi, bluetooth, comunicaciones inalámbricas, reconocimiento de voz…) pueden ser incorporadas a los juguetes de toda la vida como triciclos, coches de juguete, muñecas, peluches y juegos de sociedad. En 2015, año en el que celebraremos nuestro 30 aniversario, seguiremos apoyando a las empresas de nuestro sector, la gran mayoría de ellas de reducido tamaño, convencidos del importante papel que cumplimos los agentes intermedios como los Centros Tecnológicos para estas empresas.
Me gustaría acabar esta reflexión con la frase del físico y profesor universitario Jorge Wagensberg Lubinski: “los países ricos saben que son ricos porque hacen ciencia; los países pobres creen que los países ricos hacen ciencia porque son ricos”. Apostar por la investigación, el desarrollo y, sobre todo, la innovación es el único camino correcto.